lunes, 26 de marzo de 2007

Base de Datos de Cooperación. Presentación.

Base de Datos de (Necesidades) Ofertas y Demandas de Cooperación entre países de la Red de Oficinas de Relaciones Internacionales en Salud (RORIS).
Presentación.
1. Esta “Base de Datos” consiste en un ordenamiento y presentación del material enviado por las Oficinas de Asuntos Internacionales que forman parte de la Red (RORIS) a la OCAI a través de correo electrónico. El material, es a su vez, respuesta al envío de tres cuestionarios semi-estructurados enviados por la OCAI, para conocer la percepción (y fijar la posición) de cada oficina, respecto a la “tríada metodológica” de “necesidades”, “demandas” y “ofertas” en cooperación internacional. Sin que parezca necesario precisar el detalle cronológico del proceso, digamos que los datos correponden a un levantamiento realizado durante el año 2006, o en todo caso, antes de la realización del IIIer encuentro de la Red de Oficinas de Relaciones Internacionales en Salud (RORIS), realizado en Santiago de Chile el 8 y 9 de enero 2007.

2. El envío de estos cuestionarios responde a los criterios rectores de política en recursos humanos en vigor desde -al menos- 10 años en el sector salud en nuestro país, así como a los criterios metodológicos actualmente en vigor para el levantamiento de la información en el proceso de reforma del sector. Éste material -procesado a través de los mecanismos analíticos que se señalarán más adelante-, corresponde entonces a las opiniones vertidas por los representantes oficiales de las Oficinas de Asuntos Internacionales de la Red, como respuesta a la petición de la OCAI y son un insumo tanto para la comprensión de las realidades diferenciales de sus integrantes como para la consolidación operativa de un diseño de políticas comunes.
3. De tal manera, la construcción de esta base de datos única que relaciona “necesidades”, “demandas” y "ofertas" en Cooperación Internacional, reposa sobre los criterios teóricos del constructivismo, aplica una metodología participativa y vinculando su dinámica a las exigencias contemporáneas del desarrollo de sistemas, se concibe como un proceso de retroalimentación permanente. En función de ello, el estado actual de esta Base de Datos, no es sino un momento intermedio de un proceso continuo. Esto porque la información que contiene es -como dijimos-, un ordenamiento particular de archivos existentes (por lo cual estos deben ser también considerados como formando parte de ella), y porque como recoge la expresión de un poco más de la mitad de las oficinas que conforman la Red, ello debiera completarse.
4. Anotamos que el desafío analítico que ajustarse a esta dinámica representa, no es sin embargo menor, ya que pretendiendo al mismo tiempo preservar la "pureza" de la información recibida y presentarla ordenada en virtud de sus lineamientos comunes (con el resto de la información recibida), supondría haber consensuado previamente el desarrollo de una "línea base" (lo que en rigor era el propósito que se esperaba lograr de este ejercicio). Sin entrar en precisiones teóricas, que tal vez no vinieren aquí al caso, digamos que algunos problemas relativos a la dimensión metodológica se introdujeron inadvertidamente en el diseño original (formatos diferentes en los envíos, diferente número de “priorizaciones” requeridas y otras), generando ruidos que se agregaron a una planificación que aparentemente no consideró su adecuación al cumplimiento de una cronología de intercambios y retroalimentación consensuados, ni el desarrollo de un set de definiciones conceptuales y de instrucciones precisas, que permitieran la obtención de un resultado homogéneo. En nuestra opinión, ello explica en parte que de 14 integrantes de la RORIS, sólo se hayan obtenido siete respuestas, que constituyen el universo objetivo que comprende esta sistematización, por lo anterior “estructuralmente incompleta”.
5. Nuestro trabajo para confeccionar esta “base de datos”, ha seguido el criterio de agrupar de dos maneras diferentes el material recibido: a) de acuerdo a las categorías establecidas en los tres cuestionarios de la OCAI, a saber: necesidades, demandas y ofertas y b) agrupadas por países. (Para permitir el eventual trabajo a distancia de los países miembros, hay entradas creadas en "borrador", que pueden habilitarse fácilmente). A estas dos bases de datos, se habría de agregar una tercera c), que presentará la información recogida de acuerdo a un criterio de “síntesis frecuencial”, para permitir una visión rápida y al mismo tiempo acotada, de los intereses comunes de los integrantes de la RORIS. Este punto, sin embargo, debiera ser resultante de un proceso efectivo de retroalimentación entre las partes, que permitiera el chequeo, comentarios y autentificación de lo presentado, con lo cual se podrían resolver las dificultades de confiabilidad que presenta el diseño original. Contiene asimismo un capítulo de anotaciones y uno de sugerencias, que en virtud de lo señalado, reviste una cierta importancia, aunque en el ámbito referido al trabajo interno de la oficina.

6. Anotamos que en nuestra opinión, los problemas señalados, corresponden al ámbito de la comunicación y son derivados de un intercambio insuficiente entre actores que abrazan tareas de complejidad mayor como son las que plantea crecientemente el contexto internacional, y que para avanzar prácticamente en su solución, hemos habilitado el presente soporte digital (www.esinsal.blogspot.com), que permite -una vez acordado el protocolo simple de su uso-, el trabajo colectivo en red, a distancia y de manera tanto sincrónica como asincrónica, permitiendo la transparencia de la gestión del conocimiento, la constitución de un archivo documental, el seguimiento, la colaboración y la comprensión común de los temas, directamente. En otras palabras, hemos dotado al ejercicio de significación, del dispositivo de inscripción y transmisión que nos parece requerir el avance hacia la sociedad del conocimiento.

7. En las dos primeras partes de esta base de datos o consolidación de información (a y b), se ha preservado el orden de presentación y en casi todos los casos (salvo, por ejemplo, en caso de inadvertidos errores gramaticales) la redacción de sus términos, limitándonos a agruparlos según los dos criterios señalados y manteniendo con fidelidad el “lenguaje” utilizado por las oficinas respectivas en sus envíos. Los nombres de los países se han reemplazado por letras, considerándose que su identificación es innecesaria en el momento presente, que más que apuntar a determinar las condiciones de cada oficina, pretende dimensionar los desafíos que enfrentamos. Las letras con que se han identificado los países, no son necesariamente correlativas en las distintas categorías consideradas. Finalmente, para facilitar la lectura (y aprovechar las ventajas del hypervínculo), hemos dividido las tres categorías en igual número de entradas sucesivas.